Seis meses después, otra anotación con mis dibujos…
Soy consciente de que debería ser más constante, obviamente para eso necesito dibujar, pero siempre se me va el tiempo libre en otras cosas. No voy a decir que no tengo tiempo porque en realidad siempre hay tiempo para todo (si se sabe gestionar). Con eso en cuenta he empezado a aplicar el mismo método que tengo con la lectura, de tal forma que he dibujado más en los últimos días que en meses pasados. Poco después de empezar esta serie he sido contratado para un par de trabajos que implican dibujar. Acá el resultado de los primeros días:










Mi dinámica es sencilla: Hacer un dibujo por día. Hay una serie de reglas que tienen que ver con no tomármelo demasiado en serio, por ejemplo, no enfocarme en que el dibujo salga perfecto ni tardar mucho en el entintado. El fin no es dibujar mejor, es dibujar (a secas). Lo que quiero es ir soltando la mano, que se acostumbre a ciertos movimientos y que recuerde otros. Si un día no puedo tener listo el dibujo, no pasa nada. No quiero que esto sea fuente de ninguna clase de stress.



El primer día tuve un resultado deplorable así que borré ese boceto y empecé de nuevo al día siguiente haciendo lo de siempre: Un boceto de líneas crudas que luego se afina para ser entintado. Se me ocurre que este ejercicio puede servir para acercarme un poco al punto que siempre he querido llegar: Dibujar un boceto rápido y después pasarlo a tinta, sin pasar por limpiar el trazo. Lo he logrado algunas veces pero aún no es parte de mi proceso natural.
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