Que difícil escribir algo relacionado con un tema que ha ocupado tanto espacio en los últimos días. Miles de personas opinando sobre la desaparición de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, con teorías alrededor de un caso en donde nadie tiene la información completa (o en ocasiones, correcta) pero aún así todos parecen creer tener la razón, haciendo a un lado a cualquiera que señale algún mínimo error de juicio. Y las autoridades contribuyen a la confusión de esta moderna Torre de Babel con declaraciones públicas tan faltas de la más mínima empatía o sensibilidad, sin querer soltar la información completa del caso y además aceptando que hicieron su trabajo de forma errónea.

Lo que es innegable es el creciente número de desaparecidas que muestran los datos públicos de la última década, en base a nuestra empatía deberíamos ser capaces de ver una persona tan real como nosotros detrás de cada cifra: Al momento de escribir estas líneas la versión oficial es que en México hay más de 24 mil mujeres reportadas como desaparecidas, no sabemos la cifra real. Nuevo León se encuentra entre los primeros cinco con más niñas y mujeres desaparecidas históricamente, compartiendo el mismo patrón que el resto del país: Adolescentes de 13, 14 y 15 años y mujeres jóvenes.

Si alguien cercano desaparece hay que presionar por donde se pueda: Marchas, cierre de calles y avenidas, pintas, presencia permanente en medios, plantones y hasta actos de vandalismo, queda claro que es el único lenguaje que más o menos entienden las autoridades.
Y antes de juzgar por favor recuerda que (lamentablemente) mañana te puede pasar a ti. Un poco de empatía en estos casos no estaría de más.
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