A finales de noviembre de 2014 tuve la oportunidad de visitar por primera vez las pirámides de Teotihuacan. El clima estuvo bastante agradable excepto por unos momentos llenos de nubarrones que amenazaban con soltar tremenda lluvia, al final no pasó nada y los bancos de nubes junto al espacio abierto me recordó a algunos paisajes pintados por José María Velasco. A la hora de comer me zampé un mixiote de conejo que me dejó más que satisfecho y que tomé como recompensa a tanta subida y bajada de las pirámides, no cabe duda que es un buen ejercicio. Estoy muy agradecido con Palmira y su madre quienes me propusieron esta genial actividad. Hay más fotos y pueden ser vistas en el álbum de Flickr.




















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