Me encantan los libros, no es un secreto. Mi faceta de diseñador gráfico (y por ende, mi breve tipógrafo interno) disfruta de esas raras ediciones en cuya página final viene la información pertinente a la familia tipográfica utilizada en el armado del texto, de esta manera sé que la reciente edición de “El Gallo de Oro” de Juan Rulfo (publicada por RM) ha sido armada en base a la Janson Text de Linotype inspirada en los tipos de Miklós Kis elaborados en 1685. En lo personal, me parece muy importante tomar en cuenta esa clase de detalles (aparentemente mínimos) si es que uno se dedica a crear comics. Cada una de las piezas en el engranaje cuenta, y el que crea que el lettering (rótulos, tipografeado) es algo sencillo de hacer y sin relativa importancia tan solo porque una de las herramientas viene en formato digital no tiene ni puta idea de lo complicado que es armarlo.
Hay que saber jugar con los pesos de la fuente para dotar de intención a cada uno de los diálogos, en mi cabeza es un poco como la versión visual de las voces con las que nuestra imaginación bautiza a los personajes que pueblan una novela o un cuento. Tomando en cuenta eso y para darle cierta unidad a los cuatro números de Dharma pasé un buen tiempo probando varias fuentes para los diálogos de las historietas breves. La primer idea que cruzó mi cabeza fue trabajar con varias fuentes dependiendo del género y la intención de cada historieta… pero sonaba algo complicado y ya sabemos que nunca hay que casarse con la primer idea. La manera de hacer menos caótico mi trabajo consistía en encontrar una fuente que encajara bien en cualquier clase de historieta. Después de un tiempo, me decidí por la Joe Kubert International, creada por John Roshell para Comicraft.
Esta fuente fue originalmente elaborada para apoyar un proyecto de la historieta bélica “Sgt. Rock” realizado por el ya legendario Joe Kubert, para DC Comics. Hasta donde ha sido posible he seguido las recomendaciones básicas sobre lettering y gramática de Roshell y Starkings presentes en “Comic Book Lettering: The Comicraft Way”, comprendiendo, por supuesto, que el castellano es una lengua distinta al inglés y que por lo tanto tiene sus propias posibilidades; en algunas (pocas) ocasiones simplemente la he cagado, pero sé que el trabajo presentado en las 96 páginas que he rotulado supera por mucho la media de la historieta nacional. Hay otras fuentes que he utilizado para apoyar los diálogos en Dharma, algunas utilizadas como elementos de diseño o para otra clase de textos adicionales como las onomatopeyas y los títulos de cada una de las historias escritas por Homero Ríos, de éstas, quisiera destacar la Yada Yada Yada Intl que usé en algunos captions.
Por último, les dejo una muy breve muestra del trabajo de lettering que he venido desarrollando a lo largo de los últimos meses para distintos comics que han sido publicados (o que serán publicados) en Estados Unidos e Inglaterra.
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